Dice un dicho, que las grandes historias nunca suceden, sino son escritas. Tiendo a pensar a menudo, que en los tiempos de internet que vivimos, es un dicho que establece una gran verdad.
Día a día, la mayoría de acciones buenas que se realizan, no quedan escritas, algunas son olvidadas, otras no se tienen en cuenta como deben, sólo porque no han sido escritas.
En un momento de idea feliz y en base a fuentes inspiradas por las historias que cuenta un buen amigo de residencia universitaria. Se me ha ocurrido, escribir las contribuciones o mejoras de “hacking” que suelo realizar a menudo de forma altruista o no, a proyectos de software libre y similares.
El principal objetivo de esto, es mantener un pequeño “diario”, o registro de lo que hago mensualmente y de alguna forma, cuando pasen años, pueda valorar si tuvo el impacto que pensaba al realizar esa contribución.