La convergencia hacia la singularidad (Inteligencia Artificial)


Singularidad

¿Que es la singularidad? Me atrevería a dar mi propia definición personal como:

Un estado de una civilización en el que se alcanza el desarrollo de un ordenador capaz de superar a la inteligencia humana en todos los aspectos.

Un ciclo de inteligencia exponencial donde cada generación de individuos es un nuevo escalón más inteligente que sus progenitores.

Momentos quizás demasiados inspirados en ciencia-ficción, pero que con cada elipse que traza nuestro planeta con el sol, somos capaces de ver con mayor claridad la convergencia de inteligencia humano-máquina y quedar anonadados con los nuevos progresos.

La singularidad raramente es debatida como un argumento real, debido a que pensamos que puede que no lleguemos a ver un futuro así en nuestra corta vida sobre el planeta, quizás con suerte nuestros nietos.

Sin embargo, Neil Gershenfeld no piensa del mismo modo. Según su ley de “Ley de rendimientos acelerados” con cada pequeño paso se abren nuevas posibilidades que incrementan exponencialmente nuevos casos de éxito. Según su predicción (de las muchas acertadas que ya ha hecho), en unos 21 años seríamos capaces de ver muchos de estos grandes avances.

Por otro lado, no debemos pensar en la singularidad con la simple convergencia de inteligencia computacional. Ámbitos como biología, bioquímica, robótica, nanotecnología, neurociencia, filosofía, economía, también implican el mismo destino para alcanzar esta meta.

Muy ligado a la singularidad está la búsqueda de la inmortalidad a través de un ente inmaterial, sin cuerpo físico, donde transferir nuestra conciencia. Porque el cerebro parece ser un poderoso y raro computador que la evolución ha modelado para hacer fantásticos trabajos.

Imagina poder subir tu consciencia a un interfaz máquina y poder hacer copias de seguridad de tu mente. Puede parecernos algo tremendo, innecesario, extraño, pero ¿a tu tatarabuelo no le parecería raro que puedas comunicarte con tus familiares en tiempo real a miles de kilómetros de distancia, simplemente pulsado las teclas con letras en una pequeña máquina que llamas portátil? Extrapola este ejemplo, siendo tu, tu propio tatarabuelo y viendo los avances que tu tataranieto maneja sin complicaciones en un futuro. ¿Ahora no parece tan extraño no?

El programa de divulgación científica Redes, emitió un capítulo en Junio de 2008 donde hacían ver una realidad similar:

Redes 10: El Futuro: la fusión del alma y la tecnología (27 min)

Ya se han hecho muchas simulaciones sobre la conciencia, la imagen inferior muestra el desarrollo de un cerebro biónico para 50 tipos de neuronas en el supercomputador de IBM Blue Gene.

Cerebro biónico: simulación de 50 tipos de neuronas - Supercomputador IBM Blue Gene
Cerebro biónico: simulación de 50 tipos de neuronas - Supercomputador IBM Blue Gene

En este punto es donde aparece la unión de la inteligencia biológica y no biológica. Un humano inmortal basado en software. El gran reto es estimular un cerebro con exactamente la misma señal y comprobar que nunca aparecerá la misma señal dos veces como respuesta. Las conexiones sinápticas ya son una realidad. Cierto es que estan limitadas a cerca de 500 por seguridad en un cerebro humano, pero esto es sólo el principio.

Signos de singularidad
Signos de singularidad

Sin embargo ya se estima que para dentro de unas décadas podamos hacer ingeniería inversa del software del cerebro y se hacen comparaciones entre código máquina vs código neuronal (cuyo primer código ya fue descubierto en la década de los 70 por el electropsicologista Edgar Adrian, que descubrió que subiendo la presión de las neuronas implicadas en el tacto, podía incrementar la frecuencia).

La conciencia no es fácil de definir por ser algo inefable y menos es de aislarla para recrearla en una máquina. Los avances en electrodos y polímeros son vitales en este aspecto. Por ello se trabaja en polímeros capaces de inyectar sustancias como lo hacen las neuronas. De esta manera, podrían emularse comportamientos hormonales, genéticos y otros procesos.

¿pero de que depende la consciencia? Los matemáticos y lógicos intentan definir leyes de imperfección conocidas para obtener algo similar. Pero por el momento, no hay razón para no creer que la consciencia no pueda llegar a ser reproducida en una máquina (de una forma u otra).

Realmente, ¿pueden las máquinas ser conscientes?

Pueden las máquinas ser conscientes
¿Pueden las máquinas ser conscientes?

Existen pruebas para valorar este tipo de actitudes como es el Test de Turing (superado en el año 2000) y propuesto un nuevo Test de Turing Global con nuevos requisitos en otras áreas de la Inteligencia Artificial.

Si las máquinas llegaran a ser conscientes de sí mismas, podrían manejar sus datos, recuerdos de cualquier manera. Si los humanos alcanzáramos la singularidad podríamos borrar recuerdos, adquirirlos, etc algo que ya se sugirió en películas como The Matrix.

Insercción de datos en la mente
Inserción de datos en la mente

Para ser realistas, la singularidad es más un tema religioso que cientifico, puesto que las fronteras son muy difusas respecto a la mente. Por otro lado, podría traer problemas como terrorismos, sobrepoblación, discriminación, agotamiento de recursos naturales, etc.

Sin duda un tema interesante y sujeto a muchas reflexiones que se presta a revolver nuestra imaginación ¿y tú que piensas? ¿serias capaz de convertir tu cuerpo a un ente biónico? ¿y si la práctica estuviese extendida en un 25% de la población mundial? ¿si fueses a morir no harías una copia de tu consciencia/mente?¿y si un familiar cercano no tuviese otra opción de sobrevivir? Me encantaría leer tu opinión o propuestas a otras preguntas inquietas en los comentarios.

Bibliografía


1 comentario en «La convergencia hacia la singularidad (Inteligencia Artificial)»

  1. Creo que la identidad de una persona son sus recuerdos, así que poder modificar los recuerdos significa de facto, eliminar la identidad. Sin identidad definida, el cuerpo no es más que un envoltorio material de entrada y salida de datos (percepciones físicas) que además podrían cambiarse también.

    La identidad además es una herramienta de la evolución, existen identidades para que haya singularidades que evolucionen mejor que otras y compitan en un escenario de escasez de recursos. Si no existe la escasez no hace falta la singularidad porque no hay competición.

    Así que para que el hombre compita con la máquina, tiene que haber una escasez de recursos y tienen que tener identidades separadas, pero hay muchos otros escenarios, que hombre-máquina sean lo mismo y que evolucionen en un sistema híbrido que competirá en sus diferentes versiones o singularidades (puro hombre-pura máquina y todos los estadios intermedios) hasta que una especie domine sobre las demás y cree una máquina perfecta que se contempla a sí misma, un pequeño Dios en un universo donde quizás haya ya otros, esperando.

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